En la actualidad, es un hecho bien confirmado que la alimentación es un factor determinante, tanto en el proceso del desarrollo del cáncer, como en su curación.
En realidad, la participación de la dieta en el origen y evolución de la enfermedad, es una variable tan decisiva, que ya los antiguos médicos griegos habían señalado con claridad: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento” (Hipócrates). Los romanos, continuadores de la cultura y de la ciencia griega, llegaron a considerar que producir alimentos saludables, era una de las actividades de mayor nobleza a las que se podía dedicar un ciudadano; por lo cual el desarrollo de la agricultura alcanzó un nivel relevante en todos los confines del imperio (Columela: “Los doce libros de la Agricultura”).
En nuestro tiempo, desde mediados de la década de los 90, las investigaciones biomédicas, que se llevan a cabo, en número creciente, en los más prestigiosos institutos y centro de investigación, como el Instituto Karolinska, el MIT, la Universidad Rockefeller, el Instituto Pasteur, la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Universidad de Londres, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile, entre otros, han permitido la identificación de numerosos compuestos, con propiedades nutricionales y medicinales, que forman parte de los alimentos de origen vegetal, los cuales interactúan con los nutrientes, tradicionalmente conocidos. La mayor parte de estos compuestos era prácticamente desconocida hasta finales de la década de los 80.
El conocimiento alcanzado en la última década, supera toda la información acumulada en el tiempo precedente y constituye el comienzo de una nueva época, que nos llevará a cambios fundamentales en nuestra alimentación, en la agricultura, en la medicina y en el uso de cuantiosos recursos naturales, especialmente a nivel de las plantas, como alimentos y medicinas. Estudios conservadores muestran que la flora del planeta está constituida por más de 500.000 especies de plantas. Nuestro país, especialmente en sus regiones del centro y del sur, ha sido privilegiado con una naturaleza en extremo generosa, con suelos y una vegetación rica en especies de un alto valor nutricional y medicinal.
